Cajonera y respaldar de la sacristía

La construcción de la nueva sacristía y sala capitular se realizaba entre 1734 y 1736. El arquitecto encargado de dar la traza y las condiciones de la sacristía fue Juan Bautista de Arbaiza. Los motivos por los que se llevó a cabo esta obra son diversos: por una parte, se pretendía embellecer la colegiata, pero también es cierto que detrás de esta gran obra se escondía la intención de conseguir la categoría catedralicia, una dignidad que se ansiaba desde el siglo XVI. Una vez terminada la parte arquitectónica se imponía la ejecución de toda la parte mueble. Para la confección de la cajonera se confió en el carpintero de Vitoria, Miguel Olalde. Las condiciones se redactaban y firmaban el 5 de diciembre de 1734. Lamentablemente este mueble no se conserva, pues en 1864 la Diputación Foral de Álava costeaba con 2500 reales una nueva cajonería para la sacristía. Desconocemos su autor, pero es probable que la realizaran los hermanos Nemesio y Ángel Iturralde, muy vinculados a todas las obras de carpintería realizadas por estas fechas en la catedral. La actual cajonera se compone de cuatro cuerpos de cajones, dos para los lados mayores de la sacristía y otros dos para los menores. Los mayores son de nueve cajones y dos alacenas y los menores de seis y dos respectivamente. El frente es liso y decorado únicamente por una moldura corrida de media caña en los extremos .

El respaldar lo realizaba en 1734 el escultor cántabro, Juan Baldor. Se compone de cuatro cuerpos adaptados al tamaño de la cajonera, se alternan espejos y pinturas de los doce Apóstoles con sus respectivos marcos, entre columnas salomónicas de capitel corintio. Aprovechando la construcción de la nueva cajonera en 1864 se introdujeron algunos cambios en este respaldar. En concreto, fueron sustituidos los marcos isabelinos de las pinturas, los espejos y los cristales de las urnas. Gracias a la restauración llevada a cabo en todo el conjunto sabemos que este respaldar había sido repolicromado en dos ocasiones. La primera con un color blanco amarfilado que seguramente fue aplicada durante la segunda mitad del siglo XVIII. La segunda intervención se realizó durante la segunda mitad del siglo XIX, momento en el que se hicieron importantes reformas en la sacristía coincidiendo probablemente con la obtención de la dignidad catedralicia.

Tras la restauración llevada a cabo podemos volver a disfrutar de la policromía original de este respaldar. Por la documentación sabemos que había sido ejecutada por dos conocidos pintores doradores vitorianos, Antonio Jiménez y Antonio Rico, a quienes se les terminaba de pagar en 1737. Es una obra plenamente rococó, donde el color se convierte en el principal protagonista y el oro queda relegado a un segundo plano. Se apuesta por el azul para los fondos y el oro para todo el complemento de talla. El aparato decorativo es de gran belleza compuesto por un caprichoso conjunto de escenas cinegéticas, de pastoreo, marinas con galeones y edificios con aves zancudas, también guirnaldas y motivos florales en los entablamentos y los fustes de las columnas.


Locución

Ficha técnica

  • Autor: Varios
  • Fecha: 1734-1737
  • Técnica: Madera tallada y policromada
  • Medidas:
  • Lugar: Catedral Santa María (Vitoria-Gasteiz). Sacristía
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Galería de Imágenes


BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

AZCÁRATE RISTORI, José M.ª de. “Catedral de Santa María (catedral Vieja)”. En: PORTILLA VITORIA, Micaela J. et al. Catálogo Monumental Diócesis de Vitoria: Ciudad de Vitoria. Vitoria-Gasteiz: Obra Cultural de la Caja de Ahorros Municipal, tomo III, 1968, p. 103.

BARTOLOMÉ GARCÍA, Fernando R. “Conjunto pictórico en la sacristía de la catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz”. Ars Bilduma, n.º 1, 2011, pp. 67-86.

BARTOLOMÉ GARCÍA, Fernando R.; PARDO, Diana. “Restauración del conjunto de la sacristía de la catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz”, en La restauración en el siglo XXI. Función, estética e imagen. Madrid, Árgoma Servicios Editoriales, 2009, pp. 103-112.