Retablo del Dulce Nombre

Retablo del Dulce Nombre

Esta obra debió adquirirla en Flandes el embajador Juan Alonso de Gámiz hacia 1558. El retablo es de pequeñas dimensiones y estuvo colocado en un pilar del crucero en el lado de la Epístola. En ese espacio estaba el escudo familiar y un enterramiento para el embajador y sus descendientes, así como, la cofradía del Dulce Nombre de Jesús. El retablo permaneció en esta ubicación hasta 1856, momento en el que fue trasladado a otro lugar de la catedral.

Es una obra del Primer Renacimiento, realizada hacia 1550-58 en Amberes, aunque en el repertorio ornamental se advierte una temprana adhesión a formulaciones manieristas inspiradas en las decoraciones del palacio de Fontainebleau, con cartelas, Hermes, telas colgantes, máscaras y arabescos. Su origen flamenco se confirma mediante unas marcas o punzones de control que posee en los dos laterales y en la base de dos escenas del primer cuerpo. El complemento polícromo es coetáneo al momento en el que se realizó la talla. El retablo es mixto, de pintura y talla y tiene una tipología de arco de triunfo. Consta de banco, dos cuerpos, tres calles y ático. En el banco se sitúan las pinturas de san Joaquín y santa Ana rechazados en el templo, la Aparición del ángel a san Joaquín y los Padres de la Virgen dando limosna en el templo. En la calle central se representa la Circuncisión y la Dormición de la Virgen, y en las laterales solo son reconocibles el Nacimiento y la Presentación, pues las otras dos escenas han desaparecido, aunque lo más probable es que fueran temas vinculados con la infancia de Cristo.